París es sin duda una de las ciudades más bellas del mundo, pero las hordas de turistas pueden, con frecuencia, volverla bastante desagradable. Para disfrutar al máximo de la ciudad de las luces, hay que actuar como todo un parisino y evitar las actividades demasiado turísticas. Para ayudarlo, hemos elaborado cuidadosamente esta guía de actividades con el fin de que viva una experiencia inigualable y mucho más auténtica en la capital del amor.
1) Ir de compras a los Campos Elíseos
La avenida de los Campos Elíseos es ciertamente magnífica y conocida como una de las más hermosas del mundo, pero más allá de eso, siempre desborda de gente, poco importa la hora, siempre está a reventar. Las filas frente a los probadores y las cajas son interminables, los vendedores están desbordados de trabajo y por supuesto los carteristas están al acecho. Recorrer las tiendas de los Campos Elíseos está lejos de ser un plan relajante y placentero, la única cosa segura es que usted terminará su día sin dinero y sin energía.
Si de compras se trata, evite esta visita agotadora y escoja lugares menos frecuentados como la rue de Rivoli o le Marais, los días entre semana. Allí encontrará tiendas innovadoras y a la última moda.
2) Subir a la cima de la Torre Eiffel o del Arco del Triunfo
La Torre Eiffel es el emblema de París y es justamente por esta razón que es el monumento que atrae el mayor número de turistas. La vista espectacular, perfecta para actualizar cualquier estado de Instagram, lo dejará sin aliento, pero para disfrutarla tendrá que hacer fila durante varias horas antes de poder subir, así que piénselo dos veces antes de gastar la mitad de su día en la fila de espera. En cuanto al Arco del Triunfo, vale mucho menos la pena, pues la vista está lejos de ser excepcional.
En lugar de soportar horas de fila, tome el funicular de Montmartre y admire la vista desde el Sacré Coeur o desde las alturas de Belleville, donde encontrará menos gente y podrá disfrutar de una experiencia más auténtica.
3) Quedarse en la ciudad
Si bien París desborda de actividades por hacer, en los alrededores de la capital siempre hay algo nuevo por descubrir, joyas escondidas que con frecuencia los turistas ignoran. Al contrario a lo que muchos turistas puedan pensar, Francia no se limita a París.
En lugar de quedarse atrapado en las actividades turísticas de la capital, visite el Castillo de Vincennes, antigua residencia de los reyes de Francia, y su inmenso bosque. Abre todos los días de 10:00 a 17:00, la entrada es gratis para los menores de 26 años y cuesta 9€ para el público general.
La Basílica de Saint Denis también vale la pena. Se trata de una espectacular iglesia gótica con vitrales impresionantes. Abre de 10:00 a 17:15 de lunes a sábado y de 12:00 a 17:15 los domingos.
Asimismo, en Auvers sur Oise, la casa del famoso pintor Vincent Van Gogh se ha transformado en museo y es posible seguir el hilo de sus obras a través del pueblo. ¡No se lo pierda!
4) Comer en restaurantes conocidos
Muchos turistas desean probar la comida francesa cuando visitan París y es normal, pues realmente vale la pena. Sin embargo, los restaurantes conocidos, como el de la Torre Eiffel, no existen sino por una razón y es para hacer consumir a los turistas. En este tipo de restaurantes nunca encontrará parisinos, pues son excesivamente caros y no tan extraordinarios como parecen. Además, en algunos hay que hacer una fila enorme para lograr obtener un lugar. Por eso, ¡evítelos y gane tiempo!
En lugar de esto, visite uno de los múltiples restaurantes típicos de la capital. Si desea más información al respecto, le recomendamos el siguiente artículo.
5) Ir a ver a la Gioconda
Sin lugar a dudas, la Gioconda es magnífica. Su sonrisa tiene algo que trastorna al mundo entero desde hace siglos. Sin embargo, el cuadro es pequeño y, si tiene algo de suerte, podrá verlo durante medio minuto en medio de toda la horda de turistas que se encuentran alrededor tomando fotos.
En lugar de formar parte de la aglomeración alrededor de la Gioconda, ¡puede visitar otras secciones del Louvre! El museo es enorme y de seguro se necesitan varios días o incluso semanas para recorrerlo en su totalidad. Aproveche para ver los vestigios del antiguo Egipto o la antigua Grecia, pero también para explorar la historia de Francia.
6) Hacer visitas especialmente diseñadas para turistas
La oferta de paseos en barco o bus para observar los monumentos conocidos de la ciudad es bastante amplia y probablemente es la opción más práctica, pero dichos recorridos han sido pensados única y exclusivamente para turistas. Si lo que usted busca es una experiencia auténtica, evite a todo precio este tipo de circuitos.
¡En lugar de esto, piérdase en las calles de París! Pasee a gusto, a lo largo del río o en las callejuelas de la ciudad. Siempre encontrará algo interesante, ya sea un edificio con arquitectura singular, un café o un restaurante para probar y estar en contacto con los locales. Aproveche su visita para descubrir la cultura local y no se limite a pasar todo su tiempo con turistas.
7) Ir a un café conocido
Los cafés parisinos fueron, en otra época, el cuartel general de numerosos artistas, pintores, poetas y escritores. Hoy en día, algunos han ganado fama y atraen una multitud constante de turistas. Es el caso del café Les Deux Magots o del Café de Flore, que albergaron a personalidades de la talla de Picasso, Hemingway o Camus. Desafortunadamente, actualmente estos cafés solo reciben turistas y no encontrará a ningún parisino en los alrededores.
En lugar de eso, ¡vaya al café de la esquina! Cafés es lo que sobra en París y seguramente ese que se encuentra en el mismo edificio que su hotel es mucho más auténtico y económico que los cafés de renombre.
8) Ir a un parque
Los parques parisinos son muy agradables para hacer un picnic o simplemente tumbarse en el césped en compañía de un buen libro y de un agradable rayo de sol. El pequeño inconveniente es que todos los parisinos tendrán la misma idea que usted, y el parque estará a reventar y no encontrará ningún lugar para sentarse. Por esta razón, evite los parques más conocidos como el Jardin de Luxembourg o el parque de La Butte Chaumont.
En lugar de eso, visite el museo Rodin. Este museo posee un jardín en el que podrá sentarse sin problemas e incluso traer un pequeño picnic si es discreto. Es gratis para los menores de 26 años y cuesta 5€ para el público general. Además, por 11€ puede acceder al museo que, sinceramente, vale la pena. También puede visitar el Bois de Boulogne o de Vincennes, que son muy agradables y particularmente grandes. Así, al menos los otros no lo molestarán.
9) Comprar recuerdos a los vendedores callejeros
Frente a cada monumento de París, encontrará vendedores callejeros que intentan, sin descanso, venderle una mini torre Eiffel por algunos euros. No solamente se trata de un producto de mala calidad, ¡sino que además es el regalo más cliché que encontrará en toda la ciudad!
En lugar de gastar su dinero en este tipo de articulos, compre comida, como macarrones y magdalenas, una carta postal o incluso un perfume. Para más ideas de regalo, consulte este artículo.
Consejos, recomendaciones, las mejores direcciones; os ayudo en vuestras búsquedas de viajes, actividades, hoteles y restaurantes. Ya sea para un paseo, un fin de semana, una tarde o simplemente para encontrar un local de moda donde comer, tengo lo que necesitáis. ¡Seguid la guía!