París es la ciudad del amor, y la cuna de artistas románticos. Esta bella ciudad le ofrece una gran variedad de actividades para hacer en pareja. Aquí tiene una lista de lo que puede hacer con su pareja en la Ciudad de la Luz.
1) Paseo por Montmartre
El barrio Montmartre, situado en lo alto de la Capital, está repleto de lugares ideales para tener una cita en pareja. El más conocido es la Basílica del Sagrado Corazón, construida entre 1876 y 1910, que está dedicada a la adoración silenciosa y perpetúa. Después de admirar las decoraciones esculpidas, los órganos y los mosaicos, podrá visitar la cripta y, sobre todo, tendrá la oportunidad de subir unos 240 escalones para llegar a la cúpula y apreciar la vista panorámica de París en los brazos de su media naranja.
La plaza del Tertre, situada en la Butte, es un lugar muy típico parisino donde encontrará artistas dispuestos a retratarle, de manera realista o caricatural. Es la ocasión de inmortalizar ese momento en pareja antes de disfrutar de una cena con velas en uno de los numerosos restaurantes que rodean la plaza.
Si, para sorprenderla, quiere declararse a su media naranja en otro idioma, siempre puede visitar el Square Jean Rictus, Places des Abbesses, donde se encuentra el Muro de los Te quiero, sobre el que están escritos 311 « te quiero » en 250 idiomas.
Para finalizar, si la historia de amor entre Christian y Satine en Moulin Rouge le emocionó, podrá visitar este mítico cabaret parisino y revivir sus escenas preferidas en pareja.
2) El Romanticismo en el arte
Si le falta inspiración, podrá encontrarla a través de obras románticas en los diferentes museos de la capital francesa. En el Museo de Orsay y en el Louvre, por ejemplo, podrá inspirarse con las obras del romántico Delacroix como Medea, La Entrada de los Cruzados en Constantinopla o incluso de La Libertad guiando al Pueblo. Tome ejemplo también de El Beso de Rodin en el Museo Rodin de París. Si quiere entrar en lo interesante del tema, vaya al Museo de la vie romántica (en francés), en el 16 de la Rue Chaptal, antigua casa del pintor Ary Scherffer, donde podrá descubrir sus obras y también el romanticismo de Ernest Renan y de George Sand.
Además, podrá degustar un té en su jardín, un remanso de paz en el corazón de París.
El Romanticismo se caracteriza por el dominio de la sensibilidad, de la emoción y de la imaginación. Déjese sumergir por las 8 pinturas que le rodean en las dos habitaciones ovaladas de la galería del museo de la Orangerie.
3) Un espectáculo en la Ópera
Todo el mundo conoce las salidas en pareja al cine. ¿Por qué no cambiar un poco e ir a ver una ópera o un ballet a la Ópera Garnier? (la visita de la Ópera Garnier sin espectáculo cuesta 12€ (en francés)). La Ópera, situada en el 9º distrito de París, es uno de los edificios que configuran el rostro de la Capital. Napoleón III ordenó su construcción y, desde entonces, ha sido testigo de la historia y ha visto representarse en su interior las obras más importantes.
Su arquitectura también la convierte en uno de los lugares más bellos a los que puede llevar a su media naranja: el estilo neobarroco, las esculturas, las estatuas doradas… Todo hace soñar. En su interior, podrá admirar su Bassin de la Pythie, un personaje legendario griego, además de la gran escalera que da a las diferentes plantas que llevan a la sala de espectáculos. Por último, la Ópera ha sido también testigo de una de las historias de amor más famosas que es la de Christine Daaé y Erik en el Fantasma de la Ópera, de Gaston Leroux, una historia que le podrá inspirar
4) El puente de los Enamorados
Aunque ya no podrá poner un candado en el Puente de las Artes, en el Puente del Arzobispado ni en el Puente Alejando III, todavía puede venir a grabar sus declaraciones de manera simbólica y disfrutar de la vista sobre los diferentes monumentos que se ven desde estos puentes, porque lo importante no es poner un candado en un puente haciendo una promesa, sino la promesa en sí.
El Puente de las Artes une el Quai Malaquais y el Quai de Conti a nivel del Instituto de Francia. Está inscrito como monumento histórico y tiene muchos “candados de amor” colgados entre 2008 y 2015, fecha en que se retiraron para no dañar el puente.
El Puente del Arzobispado debe su nombre al arzobispado que estaba al sureste de Notre Dame y se sitúa a la altura de la Isla de la Cité, en la prolongación del Quai de l’Archevêché. La práctica de los candados de amor había llegado también a este puente, pero fueron retirados.
En cuanto al Puente Alejando III, que también soportó el peso de los candados, une el 7º y 8º distrito de París del lado del Puente de los Inválidos. Ofrece una vista panorámica del Sena y de la Torre Eiffel.
5) La Isla de la Cité, una isla romántica en París
Esta isla rebosa de punta a punta con lugares por los que ir abrazado a su media naranja.
Para empezar, no olvide visitar Notre Dame de París (sitio en francés), por su belleza gótica, sus vidrieras que dan una luminosidad propia a la catedral, y su situación en el corazón de la Isla de la Cité y a las orillas del Sena. Es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad y es incluso más visitado que la Torre Eiffel. Por ello debe evitar ir en las horas punta. Pero nada podrá quitarle su encanto y su hermosura.
Después, podrá ir al Boulevard du Palais para admirar la Consejería, el Palacio de Justicia y la Santa Capilla que merecen la pena de visitar.
Un poco más lejos, se encuentra uno de los espacios románticos de París: la Place Dauphine. Es la segunda plaza real parisina del siglo XVII y alberga hoy numerosas galerías de arte y pequeñas cafeterías-restaurantes, entre una calma y una armonía perfectas.
Para finalizar, al otro lado de la Isla, encontrará el Square du Vert-Galant (apodo dado a Enrique IV por sus numerosas conquistas). Es una pequeña plaza, que parece un jardín y que se sitúa en un extremo de la Isla. Allí podrá pasar un momento tranquilo con su amada/o, al son del torrente del Sena que corre a cada lado.
6) Paseo por los jardines
Si sólo tiene ganas de deambular en pareja bajo el canto de los pájaros, de ir de picnic o de tumbarse a la sombra de un sauce, no hay nada mejor que visitar uno de los numerosos parques o jardines de París. Dos de los que tienen un estilo clásico son el Parque de Monceau y el Jardín de Luxemburgo. El primero se sitúa en el 35 Boulevard de Courcelles. Es uno de los más bonitos de la ciudad, con su estanque y sus columnatas. De él se han inspirado pintores como Claude Monet.
El Jardín de Luxemburgo fue creado a petición de María de Médici para acompañar el Palacio de Luxemburgo. Su lado romántico también proviene de sus fuentes, sobre todo de una en particular: la Fuente Médici, que representa el cíclope Polifemo sorprendiendo a la ninfa Galatea en brazos del pastor Acis.
Si busca un estilo más romántico, puede ir al Bosque de Boloña, con su jardín de aclimatación y, sobre todo, con el kiosco del emperador, al que se llega a través de un sendero. Allí, Napoleón II cortejaba a la emperadora. También se encuentra allí la Gran Cascada que vale la pena ver.
Además, este lugar bordea el Parque de la Bagatelle de Neuilly que también vale la pena visitar. Quizá tenga la suerte de pasar cerca de los pavos reales. No existe nada más romántico para hacer en pareja durante un paseo al aire libre.
El Parque de las Buttes Chaumon, tan romántico como el anterior, con su estanque, su cascada y sus kioscos situados en las alturas, es un lugar ideal para pasar un momento en pareja.
7) Paseo por la Isla de San Luis
Al igual que la Isla de la Cité, la Isla de San Luis tiene numerosos lugares románticos. Disfrute aquí de un agradable paseo a lo largo de los muelles del Sena entre una atmósfera romántica en la denominada “Isla Encantada”. Allí descubrirá magníficas fachadas, como la del hotel de Chenizot, en el 51-53 rue Saint-Louis-en-l’Île, pórticos y vitrinas que han conservado su apariencia original, sobre todo las de los hoteles particulares del siglo XVII y XVIII situados en la calle principal de la Isla.
Entre las casas y hoteles por los que pasará, debe saber que algunos fueron el punto de referencia de artistas franceses como Camille Claudel, Baudelaire, Delacroix, Chopin y libertinos como el Duque de Richelieu.
Visite también la esquina de la Rue Regrattier y el Quai de Bourbon, donde encontrará la Rue de la Femme Sans Teste (“tête) cuyo nombre se debe, según algunas personas, a la estatua situada justo encima y a la que le falta su mitad superior. Sin embargo, se trata de una estatua de Saint-Nicolas destruida durante la Revolución Francesa. Para otras personas, la calle debe su nombre a una tienda del siglo XVII en cuyo letrero había una mujer sin cabeza. De esta manera, podrá discutir con su pareja qué versión prefieren.
Si tiene un poco de hambre, podrá ir al salón de té de la Rue Saint-Louis-en-l’Île o al mejor heladero de París, Berthillon (en francés), que ofrece helados artesanales de miles de sabores.
8) En la piel de una “pareja real”
Estos castillos forman parte de la historia, ya sea de la historia oficial o de sus anécdotas, pero cada uno cada uno tiene su propia historia, su propio pequeño secreto, y son lugares agradables para pasar un momento en pareja. He aquí algunos castillos en París y en sus alrededores donde podrá pasar un momento romántico.
En primer lugar, podrá ir al Castillo de Versailles (billete de entrada clásica a partir de 18€ o en visita « express » a partir de 42€). Al principio era un simple pabellón de caza pero, gracias a Luis XIV en mayor parte, este lugar se amplió y se transformó en un vasto castillo con una arquitectura magnífica. También podrá pasearse por los jardines bajo el ritmo de las fuentes que han participado al renombre del castillo.
En Versalles también se encuentra el Pequeño Trianón en el parque del castillo de Versalles. Se trata de un castillo más pequeño que dispone de un bello jardín a la francesa y a la inglesa. Históricamente, fue un regalo que Luis XV hizo a Madame de Pompadour.
En cuanto al Castillo de Malmaison (en Francés) fue adquirido por la emperadora Josefina y debe una parte de su encanto a las renovaciones que mandó hacer Napoleón y después Pierre Humbert (por los daños que sufrió por la guerra). Sin embargo, la belleza de este jardín se debe a la Emperadora Josefina que quería especímenes poco comunes y exóticos de mundo entero.
El Castillo de Monte Cristo (en Francés) es un pabellón construido por orden de Alexandre Dumas al estilo del Renacimiento. Su fachada está esculpida con decoraciones florales, pequeños ángeles e instrumentos de música. Podrá pasearse por él en una atmosfera romántica, sobre todo gracias a su parque de estilo inglés en el que encontrará grutas, rocallas, y cascadas y donde todo fue construido según los deseos de este autor.
9) Paseo por el agua
Ya sea a la orilla de rio pequeño o grande o de un lago, nos gusta pasearnos cerca del agua, o dejarnos llevar por su corriente. Así que aquí tiene algunas ideas de paseos que puede hacer en pareja por el agua.
El paseo más conocido sigue siendo el Bateau-Mouche por el Sena. Descubra o redescubra en pareja la capital y sus monumentos más emblemáticos desde un punto de vista diferente. Se enamorará del “Paris by Night” que proponen las Vedettes de Paris y Vedettes du Pont Neuf gracias a las cuales verá los parajes iluminados con miles de luces. Podrá decidir también dar un paseo todavía más romántico disfrutando de una cena crucero en uno de estos famosos barcos.
Si quiere algo más simple y económico pero igual de romántico, siempre puede pasearse a pie o en bicicleta por las orillas del Sena, además de besarse en uno de los 37 puentes y pasarelas que atraviesan el rio, sobre todo en el Puente Marie, donde la tradición dice que hay que pedir un deseo al besarse. También merece la pena un paseo a lo largo del canal Saint-Martin.
Si desea un paseo más íntimo y tranquilo, siempre puede ir al Bosque de Vincennes y dar una vuelta en barca en el lago artificial Daumesnil y llegar así hasta el Templo del Amor de la Isla de Reuilly. Esta isla posee también una gruta y una cascada. Todo para pasar un buen momento en pareja.
10) Una comida entre enamorados
Ya sea tras un día de visitas o simplemente porque quiere tomar una comida en pareja, apreciará un lugar romántico en el que disfrutar de una buena comida pegaditos. He aquí algunas ideas para pasar un buen momento.
Uno de los más románticos se encuentra evidentemente en la Torre Eiffel porque no hay nada mejor que cenar sobre los tejados de la Ciudad de la Luz. El Jules Verne (en Francés) o el 58 Tour Eiffel le ofrecerán una comida gastronómica condimentada con una vista alucinante. Y hablando de tejados y de vistas magníficas, también tiene otra elección, comer en la La Torre de Plata (en Francés) con vistas a Notre Dame y al Sena.
Le proponíamos más arriba visitar a la Ópera Garnier, así que antes de ir, podrá tomar una deliciosa comida justo al lado, en el Café de la Paix que, según algunas personas, es uno de los restaurantes más románticos de París. Cuando hablamos de “cena romántica” pensamos en “velas”. Pues bien, esto le propondrá el restaurante Lapérouse en el 51 Quai des Grands Augustins 75006 Paris, una cena a la luz de las velas, en un espacio refinado e íntimo.
Si busca algo más asequible que las actividades precedentes, pruebe el romanticismo a la italiana en Augusto, en el 14 Rue Victor Massé, donde la decoración es sencilla. Allí disfrutará de deliciosos platos al ritmo de notas del piano.
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